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La Contrarrevolución Inicia en el Hogar

De la mano de la Tradición, los jóvenes han aprendido la importante misión de formar hijos santos, que se convierten en una amenaza para los planes globalistas en el mundo. Tercera y última parte del testimonio de Verónica Flamenco.



Por Claudia Ortiz


Uno de los más grandes y hermosos testimonios de la Misa Tradicional es el de la gran cantidad de familias jóvenes y numerosas cien por ciento abiertas a la vida. Jóvenes que desde antes de casarse están conscientes de los fines del matrimonio y buscan a una persona afín a su formación católica para honrar a Dios en su hogar.


Verónica Flamenco fue a ofrecer unas conferencias a Pensilvania, Estados Unidos, asistió a la Santa Misa Tradicional en la Parroquia del Espíritu Santo, ubicada en la ciudad de Belén y quedó gratamente sorprendida por el testimonio de ésta comunidad . Esto es lo que publicó en sus redes sobre esa experiencia: Fue ver la SOLUCIÓN ante mis propios ojos a la decadencia que vivimos en el mundo.


Lo que vio fue matrimonios jóvenes abiertos a la vida, familias grandes, y una comunidad abierta también a los abuelos, todos reunidos conviviendo como los primeros cristianos. Verónica comentó que ha visto esto en otras parroquias a las que asiste a Misa Tradicional, pero llamó su atención de manera particular en esta ocasión porque en esta parroquia, todos los domingos tienen convivio, la gente lleva su comida para compartir y el Sacerdote les da una catequesis. Y todos estaban compartiendo… “miren cómo se aman” fue la frase bíblica que hace alusión a los primeros cristianos, que vino a su mente.


La antítesis del globalismo ateo


Lo destacable de este testimonio, profundiza Verónica, es que no se trata de tener hijos por tener hijos, sino que estas familias católicas tradicionalistas están preocupándose primariamente por formar bien a sus hijos en la fe. Los padres de familia ejercen verdaderamente su papel, dando ejemplo de buenos cristianos, enseñando a rezar, rezando; sacrificándose por la familia y guiando a su pequeño rebaño hacia la santidad; mientras que la mujer ocupa su lugar en casa consciente de la importante misión de formar buenos ciudadanos, creando santos para el Cielo.


Esto es lo que desprecia el mundo, familias completas conscientes de su misión evangelizadora, transformando primero pequeños núcleos y después invirtiendo su vida y sus talentos por llevar la fe y el nombre de Cristo a todo el mundo. Pero este comportamiento, completamente fiel a las enseñanzas de Jesús, que traería la paz al mundo si fuera asumido por todos los que se dicen católicos, representa un peligro para los planes globalistas y, aseguró la predicadora católica, que en Estados Unidos el FBI inició una investigación y una persecución contra los católicos tradicionales.


“Somos considerados terroristas domésticos porque somos profamilia, porque somos provida, porque somos promatrimonio entre un hombre y una mujer -que es lo que quiere Dios- es lo que diseñó, porque estamos en contra del adoctrinamiento del arcoiris del abecedario; porque somos personas que vamos a Misa diaria, por ende nos consideran como religiosos fanáticos, porque las Iglesias están abiertas todos los días, eso no lo tienes en las sinagogas, no lo tienes en las mezquitas, en las iglesias protestantes, las parroquias católicas están abiertas diariamente por lo menos para su Misa diaria y eso es una exageración para los gobiernos.”


Para las autoridades gubernamentales, el testimonio católico de las familias tradicionales es “un nido de patriotismo y conservadurismo”, mientras que su plan es precisamente acabar con la familia, que es la célula de la sociedad, para destruir al ser humano. “Claro que somos una amenaza porque esto es lo que están tratando de destruir … personas que no son habladores, esta gente es odiada porque son hacedores.”


Forma familias cristianas y todo lo demás vendrá por añadidura


Cuando los padres de famila están catequizados y conscientes de la lucha que deben dar, de su responsabilidad por educar a sus hijos en la fe, no son habladores, dice Verónica Flamenco, sino hacedores, “porque esta gente está criando los futuros sacerdotes, de éstas familias van a salir los futuros santos, los futuros gobernantes, de esta gente va a salir el futuro presidente de Estados Unidos, y no sabes qué más puede salir de acá. Esta gente es hacedora y es dueña de su propio mundo y esta gente son los constructores de esa gran y máxima por excelencia, sociedad, que es la familia cristiana.”


Cualquier católico bien instruido está consciente de que la formación personal y de la familia es lo que el mundo necesita. “Aquí está la solución, no busquen más, no tenemos que estar dando tanta vuelta al asunto, forma familias cristianas y todo lo demás por añadidura vendrá, así dice la palabra: Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.” 


Familias grandes, grande testimonio de generosidad


Las familias que asisten a Misa Tradicional dan un gran testimonio de generosidad por varias razones.


Son generosas por su apertura a la vida y los sacrificios que esto pueda acarrear. “No es gente que le dice a Dios lo que Él tiene qué hacer con sus familias, esta es gente que tiene una apertura a decir, Señor, nos casamos por la Iglesia, recibimos al Sacramento y estamos abiertos a la vida, danos las bendiciones que Tú quieras. Entonces, cuando tú tienes la apertura a recibir la vida humana que Dios te quiere dar a través de los hijos, quiere decir que tienes una apertura a la vida de gracia que vas a recibir también a través de Dios; porque la gente que se cierra a la vida desde el inicio, se esteriliza también para la vida de gracia, por eso es tan importante hablarle a la gente sobre el daño tan mortal que ocasionan los anticonceptivos.” 


Verónica, que es miembro activo de la contrarrevolución para formar y despertar conciencias, comentó que en sus charlas aclara a los jóvenes que estar abiertos a la vida no significa que Dios les vaya a dar forzosamente una docena de hijos. “Eso lo vemos constantemente en las Sagradas Escrituras, desde el inicio, tú ves mujeres que no podían concebir, y que Dios solo les regaló un solo hijo, y un solo un hijo bastó para cambiar al mundo, no tienen por qué preocuparse por adelantado, Dios ya sabe cuántos hijos te va a regalar, solo tienes que tener esa apertura de decir lo que tú quieras Señor para nuestro matrimonio.”


Resaltó que estas familias que se ponen en manos de Dios para recibir y agradecer por los hijos que les dé, son personas que no alteran sus cuerpos, no se están esterilizando, y no viven en pecado mortal permanentemente, sino que son un canal a la vida de la gracia.


Estas familias también son generosas por los sacrificios que implica tener una familia grande. La mamá renuncia a proyectos de vida personal que el mundo te inculca, “especialmente la mujer moderna;  tanta intoxicación que tenemos del feminismo: te dice primero que debes pensar en tu carrera profesional, en tu realización, hacer dinero, desarrollarte, no depender del marido. Entonces estas mujeres también hacen un acto de renuncia para dedicarse a sus hijos y a su esposo, ésa es la mayor y más grande empresa que puede emprender una mujer.”


Mientras que el varón, por su masculinidad, debe proteger y proveer espiritual y financieramente y de ser el caso, habrá el sacrificio por adaptarse al sueldo de solo una persona, que es el del padre de familia, con las limitaciones económicas que esto pueda traer.


Por último, están los sacrificios especialmente de estas grandes familias, que además de atender el trabajo, el hogar y al gran número de hijos, dedican parte de su tiempo a ayudar a su parroquia y a sus Sacerdotes, a quienes tienen un gran respeto y aprecian su importante misión y responsabilidad por guiar a los fieles.


“¿Cómo Dios no va a bendecir estos matrimonios? ... ¿Cómo no va a proveerles a ustedes, que hacen Su voluntad? Estas familias hacen un acto de fe enorme por su heroísmo en esa renuncia, en su confianza, ’tengo fe Señor, en que no nos va a faltar nada’, y en efecto no les falta nada. Los ves viviendo modestamente, con austeridad, pero no les falta el alimento diario, son familias felices, con sus dificultades y sus cruces obviamente porque no somos seres perfectos, somos pecadores, somos seres heridos.”


“Ellos tienen sus dificultades, pero no les falta lo principal, que es la gracia de Dios, que es lo que sostiene sus matrimonios y sus familias, por eso ves tanta virtud en esos núcleos de familias cristianas tradicionales, porque existe el sacrificio, porque existe el ejercicio de esas virtudes, que son la virtud de la generosidad, la virtud de la piedad, porque oran mucho; la virtud de la prudencia porque van tomando esas decisiones de dónde vivir, cómo criar a nuestros hijos.” Y aquí otra gran bondad de las familias tradicionales, que no envían a sus hijos a las escuelas públicas, sino que los educan en casa, las madres son las primeras educadoras y catequistas de estos niños. “Entonces, ¿cómo te explico?, no me canso de decirle a la gente que ahí está la solución, hermanos que encarnan el evangelio, que lo hacen vivo.”

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