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Volver a la Tradición, el Llamado de Luis Román

Testimonio sobre la vivencia de la Misa Tradicional del conductor del canal católico “Conoce, ama y vive tu fe”.



Por Claudia Ortiz


Luis Roman pasó prácticamente la mitad de su vida sin practicar el catolicismo, ignorando la existencia de Dios y sus mandatos, cometió muchos errores que le distanciaron de Él; sin embargo, por Su gracia, la razón de su último alejamiento, fue justamente la que lo encaminó a regresar a la Iglesia católica.


En entrevista con Adveniat, el conocido conductor católico compartió que, después de una relación amorosa fallida, cayó en la Nueva Era practicando el positivismo y la ley de atracción; entonces conoció a Julie, que aunque tampoco era practicante del catolicismo, aceptó una invitación a asistir a un retiro espiritual.


Al poco tiempo, también Luis Roman fue al retiro y fue dócil al llamado de arreglar su vida, ya que convivía con Julie sin estar casados por la Iglesia; ambos fueron orientados por buenos Sacerdotes que les aconsejaron y guiaron en todo lo necesario para llegar al sacramento del matrimonio.


Después de este paso, el Señor puso a trabajar a Luis Roman en su viña y lo llamó a algunas actividades en la parroquia; simultáneamente abrió su blog con el mismo nombre del canal que ahora conduce, su misma audiencia lo motivó a producir el contenido en podcast y posteriormente en video.


La actividad que realizaba y su propio deseo de conocer más para amar más le hizo agregar a sus estudios de licenciatura en Administración de Empresas y maestría en Gerencia Estratégica, la maestría en Teología por la Universidad Franciscana de Steubenville en Ohio,  que terminó hace alrededor de dos años. “La quise estudiar -dice Luis Roman- porque el Señor me colocó en este medio donde tengo que hablar de la palabra de Dios, de las leyes de la Iglesia; y es una gran responsabilidad llevar el mensaje de Dios por el bien de las almas”.


¿Qué está ocurriendo en la Iglesia?


El templo al que regularmente acudían a su grupo parroquial Luis y Julie, celebraba la Misa Novus Ordo; ahí recibían buena catequesis por parte de los encargados del grupo Emaús, “se hablaban temas que los Sacerdotes ni hablan, por ejemplo los anticonceptivos”; por cierto que al descubrir este tema se preguntaron “¿entonces vamos a tener mil hijos?”, y por gracia de Dios y su proceso de conversión su respuesta fue: “pues sí, si Dios quiere que tengamos mil hijos…”.


En ese grupo aprendieron también, por ejemplo, que los católicos no deben celebrar Halloween, sino la Víspera de todos los Santos. Pero sobre todo aprendieron prácticas de orden y respeto que debían guardarse en el templo, aunque no las veían en la práctica, por ejemplo con el Padre Nuestro, les decían en el grupo que no debían tomarse de las manos durante la oración, sin embargo el Sacerdote no lo indicaba en las Misas.


Fueron testigos de la falta de reverencia al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, pues los Sacerdotes daban la comunión en la boca, pero también en la mano, y justamente por la preparación que se daba a los del grupo, “éramos casi siempre los de Emaús los que se arrodillaban, y recibían al Señor de rodillas y en la boca”.


Éste tema fue siempre -confiesa Luis Roman- una pelea interna en la fila para la comunión: “Será que me arrodillo, no mejor no me arrodillo, la gente nos está mirando, yo no quiero hacer un show aquí, pero debo arrodillarme porque es Dios” y terminaba arrodillándose, pero con dolor le preguntaba al Señor “¿por qué tengo qué sentirme así en tu casa?… Me pasó varias veces en una Iglesia que me hicieron poner de pie, yo creo que a mucha gente le ha pasado eso, que es triste”.


El hallazgo del Tesoro


Entonces empezó una búsqueda, la familia Roman descartó las Misas en español porque “hay mucho alboroto”, mientras que en la Misa en inglés encontraron más respeto e incluso algunas de las oraciones eran dichas en latín.


“Hasta que nuestros padrinos de boda nos hicieron la invitación de ir a otra Iglesia que era la tradicional, el sacerdote mirando hacia el altar, cosas que la gente no conoce cuando vas a la Misa Novus Ordo, cantos gregorianos de la Iglesia, sólo el sacerdote distribuye la Eucaristía, sólo había hombres en el altar, mucha solemnidad y pues para mí eso fue ¡wow!, pero lo que me encantó fue ver que todo el mundo comulgó de rodillas y en la boca, a mí por eso se me salieron las lágrimas, no lo podía creer, y no tenía que pelear conmigo mismo para hacer lo que tenía que hacer según dice en las Escrituras: Toda rodilla debe doblarse ante Él… Ahora sí tiene sentido aquí”.


¡Excusas baratas!


A pesar de la belleza ante sus ojos, no optaron por la Misa Tradicional inmediatamente.

“Pusimos excusas, fuimos la primera vez y teníamos las nenas, y la pequeña era súper inquieta, sentíamos que la Iglesia era tan reverente, había silencio; ésa fue otra cosa que nos impactó, llegamos y no era el gallinero, era un gran silencio”.


“Me impresionó ver tantos bebés, pero nos daba como que ‘volvemos luego, que la nena crezca un poco, necesitamos alguien que la cuide’, ¡excusas baratas!, pasó un tiempo … y recuerdo haber estado en la Iglesia, en una de las que íbamos (Novus Ordo), y uno de los abusos era previo al momento del Santo, que la gente se da la paz y el Santo lo empiezan a cantar como parte de la paz y la gente sigue en el ruido y distraída … vi a los ministros extraordinarios de pie como postes, ¿por qué no se arrodillaban?, eso nos enojaba a mí y a mi esposa; y recuerdo una voz muy clarita que me decía: Yo te he mostrado… ¿Qué tú haces aquí?”


“Recuerdo haber escuchado eso y hablé con mi esposa, no hay más excusas, nos vamos para allá y lo hicimos, por un tiempo estuvimos combinando, asistiendo a Misa Tradicional y a nuestro anterior grupo de Emaús, hasta que decidimos incorporarnos totalmente a todas las actividades en la Misa Tradicional.”


Lo único que importa es Él


“Yo he invitado a mucha gente a Misa y después no vuelven, no lo entienden, van y dicen esto es demasiado, porque no conocen la fe”, él comprende a la gente que pone estos pretextos porque ellos mismos lo hicieron; sin embargo volvieron y aunque les costó trabajo, se quedaron, porque no importa si entiendes, si estás preparado, si el sacerdote te está viendo a ti, lo único que importa -destacó Luis Roman- es Él.


“El Señor a alguna gente le hace el llamado a hacer este cambio por alguna razón, yo pienso que lo hizo con nosotros porque somos tan débiles, que si no nos hubiese sacado de ahí quizás nos hubiésemos ido, no sé, porque no es que seamos más santos”.


Lo cierto es que para quien descubre el tesoro y lo valora, no lo deja por cualquier cosa, y es el caso de una familia que los Roman conocen, que asiste a Misa Tradicional en donde tanto las lecturas como las homilías se dan en inglés y ellos no dejan de asistir aunque solo hablan español porque  lo que realmente les importa es participar en el culto de adoración a Dios que por su dignidad y belleza los ha cautivado.


No dejes a tus hijos en casa


Para los Roman la experiencia fue buena, conocieron la Misa Tradicional con dos niñas pequeñas y recientemente un bebé se integró sin mayor problema: “Las nenas lo tomaron bastante bien y eran pequeñitas; yo me siento en primera fila, aún con mi bebé porque en el ambiente atienden más y el niño se da cuenta más rápido de lo que está pasando. En ese sentido fue bueno para ellas.”


Adveniat: ¿Qué consejo le das a los papás que tienen hijos pequeños y quieren ir a Misa Tradicional?


Luis Roman: Lo primero es no esperar perfección, son niños, van a hacer cosas de niños y a veces uno se da cuenta, no nos debemos enojar… pero hay ciertas cosas que como padre podemos hacer, como no sentarlas juntas, porque empiezan a hablar o a jugar.


Jamás les dé un celular, juguetes. De bebés es diferente, sí hay que llevarle snack, pero a cierta edad hay que avisarles, no vamos a llevar agua, tomen agua antes, irlos educando; antes llevábamos manzanitas, ahora nada de eso. Hay que tener paciencia, seguir yendo, no dejar a los niños en la casa, llevarlos desde pequeños, tienen que acostumbrarse a cuáles son los momentos de silencio y cuáles los momentos de oración.


Recomiendo que hagan el Rosario en familia desde pequeños y cuando lo recen, háganlo de rodillas; hacer silencios, para cuando vengan a la Misa, van a ver igual el momento de silencio.


Como oramos es como creemos


Adveniat: ¿la vivencia de la Misa Tradicional te ha dejado algo?


Luis Roman: Sí, porque yo recuerdo haberlo oído mucho: como oramos es como creemos.


Explicó que la oración principal que realiza una persona, en este caso su participación en la Misa dominical, en la medida que se viva dignamente, en la medida de la fe y la devoción con que se una al sacerdote, es la medida en que será el alimento para la semana, sobre todo para las personas que solo pueden ir los domingos.


“Imagínate una Misa con abusos litúrgicos, o donde voy en pantalones cortos, donde estoy distraído, pendiente al teléfono… La Misa tiene una eficacia, pero sí hay participación verdadera -de la que habla el Papa Pío XII en Mediator Dei-  que según explica ese documento, es similar a la que tuvo la Virgen María a los pies de la Cruz, la participación que tuvo San Juan Evangelista al pie de la Cruz, la que tuvo María Magdalena; ésa participación de estar con el Señor y participar del Santo Sacrificio que Él ya realizó y que se renueva en la Santa Misa. Esa participación se logra cuando tú participas en una Misa donde hay silencios, donde hay reverencia, donde hay buenas homilías, donde hay un enfoque no en nosotros, sino en Dios,  es tanto así que el sacerdote ni nos mira, sino que mira a Dios”.


Agradece la Misa Tradicional, asiste, participa, comparte el tesoro y da testimonio


Ante los ataques a la Misa Tradicional, Luis Roman recomienda una buena estrategia para cuidar el tesoro que se tiene, como lo puede ser escribir cartas de agradecimiento a los Obispos valientes que las han permitido.


Además, por supuesto, independientemente de las distancias, si en tu ciudad hay Misa Tradicional, asiste a ella, aunque te cueste trabajo.


Apoyar también a los sacerdotes que la están celebrando, porque para ellos no es fácil, están siendo perseguidos, difamados… “se cree que todos los que van o celebran la Misa Tradicional odian al Concilio Vaticano II, y nada que ver…”. Y obviamente las oraciones, tenemos que orar para que la Misa Tradicional sea preservada.


Volver a la tradición


Como dijo Benedicto XVI en el motu propio Summorum Pontificum, la Misa Tradicional es el tesoro de nuestros antepasados y lo que era sagrado antes se considera sagrado hoy, lo que pidió -recordó Luis Roman- es que volvamos a la tradición y es una de las cosas que tenemos que recuperar.


“Los reto a que estudien, hay muchísimos libros, por ejemplo “El tesoro escondido de la Santa Misa” es un libro excelente, lean para que se den cuenta de que la Santa Misa no fue creada por hombres, sino que fue inspirada por el Espíritu Santo y es un regalo inmenso que tiene la Iglesia Católica.”


“Eso es lo que tenemos qué recuperar, ser obedientes a la Iglesia, volver a la tradición, no por gustos, sino por la fe, para que la sana doctrina que siempre creímos, -como oramos es como creemos- la sigamos creyendo y podamos ser sal y luz para el mundo, que bastante lo necesita”.



5 comentarios

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5 Comments


Guest
Jul 16

Gracias por su artículo y Dios proteja la SMT. Ave Maris Purísima, sin pecado concebida............

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Guest
Jul 13

Me encantó su entrevista gracias por compartir su experiencia yo voy de vez en cuando a la misa tradicional me encanta así no sepa inglés pero leo los libros de la iglesia y ya me compré mi biblia para seguir bien la misa

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Guest
Jul 13

Me encanta la seriedad con la que abordas la palabra de Dios!

Bendiciones para ti y tu familia hermano Luis!

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Guest
Jul 12

Bendiciones para toda su familia

Y que nos siga evangelizando con sus programas que nos alludan mucho

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Guest
Jul 12

Dios lo bendiga a usted y su amada familia

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